Estas fotos las saqué una tarde que salimos a caminar por Baigorria con el viejo. Entrando por el camino de Celulosa hasta el barrio El Espinillo, hay una especie de bosque, un lugar que parece olvidado, y esta bueno explorar. Parece increible que en medio de la ciudad se esconda un paisaje tan maravilloso, y tan común al mismo tiempo. Creo que eso depende de los ojos que lo ven.